Manuel Zapata Olivella, habria cumplido 101 años
este 17 de marzo, nace en Lorica - Córdoba el 17 de marzo de 1920, tierra que no sólo nos recuerda el famoso
trabajo de David Sánchez Juliao, sino también a una familia impregnada de música,
y cultura raizal que fue llevada por su padre don
Antonio María Zapata Vásquez figura emblemática de tinte liberal, quien, influyó
de manera profusa en muchos de los procederes literarios de su hijo, y su
señora madre doña Edelmira Olivella, sin duda en las escénicas de su
transnacional hijo, a Cartagena de Indias, cuando el infante contaba siete años
y su hermana Delia, tenía apenas un año, pues había nacido igualmente en
Lorica, el 01 de abril de 1926. Manuel inicia estudios en el Colegio "La
Fraternidad" bajo la cátedra religiosa imperante de la época. En concordancia
del lugar donde fueron a residir en Cartagena, se ubicaron en la calle del Espíritu Santo del barrio Getsemaní.
Otros de sus hermanos de los que por ahora no podemos precisar su ciudad de
origen fueron: Edelma, Marcos, Juan, Antonio María y Virgilio Zapata Olivella.
EL PRESENTE ARTÍCULO "HA SIDO ESCRITO POR ENCUENTRO LATINO RADIO "
SI LO TOMA COMO REFERENCIA NO OLVIDE CITAR LA FUENTE:
Por Carlos Molano Gómez
Encuentro Latino Radio -2019
Bogotá - Colombia -Derechos Reservados
Actualizado 2021.
Recordamos a esta insignia literaria de la cultura
afrocolombiana, como historiador, sin olvidar que fue médico de la Universidad
Nacional de Colombia, Antropólogo y Escritor raizal. Dentro de sus múltiples
viajes, en México, escribió "Arroz Amargo". (Novela
no publicada), dentro de su lucha contra la discriminación racial publicó
varios estudios sobre las culturas de los negros de Colombia. Fue profesor en
varias Universidades en USA, Canadá, África y en Centroamérica, fue fundador y
director de la revista “Letras
Nacionales”. Con tan solo 27 años, escribió entre 1943 y 1946, su obra “Tierra
Mojada”, mientras realizaba su peregrinaje por América Central, México y
Estados Unidos.

Su
lucha para mostrar las condiciones de raza y cultura le llevaron a desarrollar narrativas
de las vivencias de los negros e indígenas de nuestro territorio; tal vez su
obra cumbre, que vale la pena leer fue su novela, escrita en el 1983: “Changó, el Gran Putas”, con su narrativa
desde el África septentrional hasta la llegada a América y la discriminación
racial marcada en los Estados Unidos;
Como profesional de la medicina, nos regaló dos
obras la primera, dentro de la narrativa de un estudiante de la facultad de
Medicina; su novela “La calle 10”, que nos muestra el acontecer de la vida
urbana de la Bogotá de 1948, refiriéndose a una de las calles principales de la
ciudad, para la época donde se entrelazan, distintos escenarios de la vida, la
taberna, la plaza de mercado, los hoteles de cero estrellas; y la Facultad
Nacional de Medicina. Todo en esa “La calle 10”, toda una metáfora literaria,
donde desfilan: prostitutas, vivanderas, meseras, policías, ladrones juveniles,
y hasta los estudiantes como él y muchos actores más.

En la segunda, dentro de esa confluencia con la
literatura, entre 1961 y 1965 Manuel Zapata Olivella en pleno ejercicio de su
profesión, ya como médico-social en Bogotá, al frente de la sección de
Educación para la Salud del Distrito Especial. Actividad que combinaba con su
intensa producción literaria que le mereció amplio reconocimiento internacional,
en 1962 obtiene una mención en el Premio Casa de las Américas, en Cuba, con “Chambacú,
Corral de negros” y en Bogotá ganando el Premio Esso de Novela con su obra “Detrás
del rostro”; obra en la que cuestiona instituciones como la Policía, la
Justicia, la Cárcel, la Medicina, la Prensa. Tristemente nada ha cambiado un
lustro después en esas entidades, donde se esconde detrás de la apariencia de
normalidad de nuestra sociedad un marco galopante de corrupción. Creemos
que esta simbiosis, lo llevó a buscar sanar, al hombre más allá de la individualidad,
desnudando el hombre colectivo, que en muchos frentes pierde el norte.

Hallamos
mucho sentido, por aquello años al publicar Manuel Zapata Olivella los libros
de cuentos: Cuentos de muerte y libertad (1961) y ¿Quién dio el fusil a Oswald?
(1967). Con su obra “En Chimá Nace un Santo”
fue finalista en el concurso de la editorial española Seix Barral que gana
Mario Vargas Llosa con “La ciudad y los perros”. En 1990, escribió en su adultez,
lo que podríamos llamar su autobiografía la que título: ¡Levántate Mulato!
Delia
y Manuel desde sus distintas posturas se convirtieron en referentes estudiosos
de las diferentes aristas de nuestra cultura, mestiza y sus implicaciones bajo
el sometimiento de las etnias. Delia, no nos fue nada indiferente en la región pacífica,
cuando a lo largo de los 50, la recorrió con su sapiencia danzaria, que luego
se convirtieron en exploraciones del patrimonio folclórico de la región, como
no mencionar en consecuencia otra obra de su hermano, “Manual de Danzas de la
Costa Pacífica de Colombia”, con quien recorrió la región.contaron con el apoyo decidido de la hija de Delia Zapata Olivella - Edelmira Massa Zapata.

Otra
situación, que nos hace mirar el retrovisor y recordar un pasado de cuerpo presente
con su obra, escrita hacia 1958: cuando regresó a Cartagena, recién se había
titulado como Médico en la Universidad Nacional. En “La Heroica”, había vivido
una buena parte de su juventud, periodo en el que experimentó los rigores de la
sociedad jerarquizada y aristocrática de los cartageneros. Tituló su trabajo “Chambacú, Corral de Negros”, que si
bien narra, la historia de opresión de los hijos de África en las Américas; en
realidad describe a “Chambacú”, que no es otra cosa que el rostro negro de
Cartagena, donde muchos hoy, siguen viviendo confinados y empobrecidos en casas de tabla y cartón en la periferia de la otra ciudad que nos muestran
(O que lo digan las recientes inundaciones… nov 2020)
Manuel Zapata Olivella en segundas nupcias estuvo
casado con Rosa Bosch, a quien conoció en 1957, en Barcelona., mantuvieron
relaciones por correspondencia durante dos años, contraen matrimonio el 23 de
diciembre de 1960 en Bogotá - Colombia
En 1983, desarrolló un espléndido trabajo de divulgación,
en la “Radio Nacional de Colombia”, a través de los programas "Identidad
colombiana", "Norte y sur del vallenato y la "Enciclopedia
audiovisual de la identidad colombiana"; en especial con este último se
hizo acreedor a un Premio Simón Bolívar como mejor programa radial. Para el año
1990, publicó “Fábulas de Tamalameque”, donde destaca las tradiciones populares
de los departamentos del Magdalena y Bolívar.
Manuel Zapata Olivella, siempre supo, que era la
risa y la pluma, nunca escondió, su condición de mulato feliz el que lució como
producto del privilegio de sus orígenes. Falleció en la capital de la república el 19 de noviembre de 2004, nos
cuentan que sus cenizas fueron llevadas al Rio Sinú.
FUENTES: