ENTRE CENIZAS Y HUÉRFANOS DE LA VERDAD
Por Orlando Montenegro Rolón
Santiago de Cali - Valle del Cauca
Ningún colombiano ha olvidado ese lúgubre jueves 7 de noviembre de 1985. Razones muchas; pero la principal la ignominia a que fue sometido nuestro Sistema Judicial. Dejo muy claro que en lo personal no exonero de responsabilidad al piquete del M19 que perpetró la toma del Palacio de Justicia.
En la otra orilla, deplorable y censurable desde todo punto de vista la estrategia militar -si fue que la hubo- para la “retoma” a sangre y fuego que por momentos fue calificada de desproporcionada por la opinión y después en los distintos informes posteriores. Eso incluye el mamotreto de la Comisión de la Verdad que se conformó para llegar ella y que quedó en deuda con el país.
El día a día demostró que han sido los medios de comunicación los encargados de ir sacando a mordiscos y a flote parte de los hechos que habrían podido quedar ocultos para la eternidad. Esencialmente los “rescatados”: Visitantes, trabajadores de la justicia y servicios de la cafetería que salieron probadamente con vida y que al cierre se esfumaron como el éter: Desaparecieron.
Por supuesto que hay y deben existir responsables desde el mismo expresidente Belisario Betancourt en la línea de mando hacia abajo. Unos más que otros. Así se esgrima la “obediencia debida” (“situación que exime de responsabilidad penal por delitos cometidos en el cumplimiento de una orden impartida por un superior jerárquico; el subordinado, autor material de los hechos, se beneficia de esta eximente, dejando subsistente la sanción”).
En este orden de ideas, la semana anterior, el Presidentes Santos “pidió perdón” a nombre del Estado colombiano por los hechos ocurridos en el Palacio de Justicia después de 30 años y que hicieron merecedor a la Nación de una condena proferida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La web de la revista Semana tituló el 07 de noviembre de 2015: “Palacio de Justicia: un perdón que tardó 30 años. El acto de contrición del presidente Santos y de Belisario Betancur tiene mucho valor, pero también grandes ausencias”.
En su alocución el Presidente Santos manifestó: “que él reconocía la responsabilidad del Estado por “la falta de esclarecimiento judicial de los hechos, por el retardo injustificado en la administración de justicia, por las alteraciones a la escena del crimen, por las irregularidades en el levantamiento de los cadáveres, y por los múltiples errores en la identificación y entrega de los cuerpos”. Al final concluyó que “la cicatriz solo se irá borrando en la medida en que haya respuestas, verdad y compromiso por encontrar a los desaparecidos”.
http://www.semana.com/nacion/articulo/palacio-de-justicia-un-perdon-que-tardo-30-anos/448965-3
La cicatriz a la que se refirió el primer mandatario de los colombianos nunca va borrarse mientras no se conozca la verdad y se hallen los cuerpos de los desaparecidos. Una verdad enmarañada entre tecnicismos jurídicos y argucias legales.
https://www.youtube.com/watch?v=NCCAL8RwmuU
En la búsqueda de esa verdad, el diario El Espectador de Bogotá, el 06 de noviembre de 2015, dejó leer en su web el titular: “¿Qué pasó realmente en la toma y retoma del Palacio de Justicia? Nilson Pinilla, exmagistrado que hizo parte de la Comisión de la Verdad creada en 2005, y que funcionó hasta 2010, asegura que hubo un pacto de silencio para intentar ocultar lo ocurrido y amparar las fallas que hubo en la institucionalidad del país”.
http://www.elespectador.com/noticias/judicial/paso-realmente-toma-y-retoma-del-palacio-de-justicia-video-597746
El pensamiento del exMagistrado confirma una vez más que hay agentes dentro y fuera del Estado que siguen interesados que no se conozca la verdad integral de lo ocurrido en el teatro de los acontecimientos. E incluso, testigos que después de declarar en reiteradas oportunidades, de la noche as la mañana, se retractaron y cambiaron su declaración ¿En razón a qué? Uno de esos casos lo documentó con filmaciones y testimonio Noticias Uno, que corresponde al sargento del ejército retirado Bernardo Alfonso Garzón Garzón, capturado. La noticia la publicó el Espectador en su web, el 30 de enero de 2014: “Capturan al sargento (r) Bernardo Alfonso Garzón por retoma del Palacio de Justicia. Se trata de uno de los oficiales de inteligencia que reveló que la guerrillera Irma Franco había salido con vida del holocausto”.
En lo específico, el Fiscal General de la Nación, Dr. Eduardo Montealegre, señaló: “Garzón es una especie de eslabón perdido en el caso del Palacio de Justicia porque es una persona que tiene conocimientos muy importantes sobre los hechos del holocausto”.
Agregó que la colaboración del suboficial (r) es de gran importancia porque a partir de “su captura y sus declaraciones se van a producir nuevas revelaciones muy importantes en el caso del Palacio de Justicia. La declaración de este sargento (r) es supremamente importante en el tema de desaparecidos del Palacio como el de Nidia Erika Bautista y otras personas”.
Montealegre también aseguró que “inicialmente se dijo que Garzón no se encontraban en el Palacio de Justicia el día de los hechos, pero se están analizando unos videos que fueron realizados por un noticiero de amplia difusión constatar que este señor sí se encontraba en el lugar de los hechos (…) Ya había rendido ciertas declaraciones donde comprometía a altos oficiales y después se retractó.
El sargento (r) habló por primera vez de las irregularidades del Palacio de Justicia –y de otros temas que ponían en tela de juicio el actuar de la Brigada XX de Inteligencia del Ejército y el Batallón Charry Solano durante los años 80– el 22 de enero de 1991 cuando se presentó ante la Procuraduría.”
http://www.elespectador.com/noticias/judicial/capturan-al-sargento-r-bernardo-alfonso-garzon-retoma-d-articulo-471908
Durante la emisión de Noticias Uno el domingo 08 de noviembre de 2015, presentó los videos con las imágenes del sargento en la afueras del Palacio de Justicia. Adicional, con la presencia de la familia de una de las desaparecidas, Luz Mary Portela que la identificó.
http://noticiasunolaredindependiente.com/2015/11/08/emisiones/titulares/titulares-noviembre-08-de-2015/
Lógico que deben existir casos similares aún por develar y que no sólo el coronel retirado Plazas Vegas, recluido en el Cantón Norte del ejército, sindicado de Desaparición Forzada por los hechos de la “retoma” del Palacio de Justicia, sea presuntamente uno de los responsables en la línea de mando. No.
El alto oficial, ex director nacional de Estupefacientes del primer gobierno de Álvaro Uribe, en 1985 se desempeñó como comandante de la Escuela de Artillería y coordinó las acciones de “contratoma” entre el 6 y 7 de noviembre, cuando la guerrilla del M-19 se tomó, a sangre y fuego, el Palacio.
La web de la revista Semana el pasado 16 de septiembre de 2007, publicó un detallado informe bajo el título: “El coronel (r) Alfonso Plazas Vega, acusado de desaparición forzada, fue recluido en el Cantón Norte. El alto oficial fue el responsable de la retoma del Palacio de Justicia, asaltado a sangre y fuego por el M-19. En la operación fueron torturadas, asesinadas y desaparecidas varias personas, entre ellas civiles que se encontraban ese día en la sede judicial. Vea los vídeos exclusivos de semana.com”.
Del texto que siguió al título, resalto: “En ese momento, el coronel se mostró como un valiente militar que había arriesgado su vida combatiendo contra los 35 guerrilleros que incursionaron violentamente en el principal claustro de la justicia colombiana. El país entero vio por la televisión a un joven uniformado que resumió a su manera la ejecutoria de sus tropas en el Palacio, “Aquí, defendiendo la democracia, maestro”, dijo”.
http://www.semana.com/on-line/articulo/el-coronel-r-alfonso-plazas-vega-acusado-desaparicion-forzada-recluido-canton-norte/87104-3
¡Qué forma de defender la democracia maestro! Exclamaría un desprevenido colombiano que no esté documentado de lo ocurrido. Los cañonazos sobre la fachada del edificio del Palacio han pasado a un segundo plano, igual las suplicas de los magistrados de las altas cortes que pedían angustiosamente que cesara el fuego para conversar con los alzados en arma del M19 contra el Estado. Tampoco se ha hecho mucho énfasis en que algunos ministros y el propio Jefe de Estado no pasaron al teléfono para atender ese clamor. Y, por último, poca importancia le han dado a la “financiación” de los carteles del narcotráfico a la toma según versión de John Jairo Velásquez Vásquez “Popeye”. Tal vez, porque se hallaron indicios que conducen a colegir que era una toma anunciada y que los organismos de inteligencia del Estado, sobre esa hipótesis erigieron una supuesta “Operación Ratonera”, para crear las condiciones de ingreso de los insurgentes del M19, sin una mayor resistencia y posteriormente cercarlos al interior para darles de baja.
http://www.kienyke.com/historias/palacio-de-justicia-30-anos/
“La operación ratonera fue llamada así porque el Palacio de Justicia sólo tenía dos salidas, la puerta por la plaza de Bolívar y la del parqueadero por la carrera octava, además que de la edificación no se podía salir por las ventanas. Entonces allí la fuerza pública le tendió la trampa a los guerrilleros, facilitando la entrada al Palacio.
Nosotros en la Comisión de la Verdad no afirmamos ni descartamos tal operación, sin embargo hay unos indicios muy graves que llevan a algo parecido, pues el gobierno y la fuerza pública sí tuvieron conocimiento a través de los medios de comunicación de que el M-19 se iba tomar el Palacio de Justicia, y a raíz de eso redoblaron la vigilancia, pero decidieron retirarla el cinco de noviembre, un día antes del ataque”.
El 02 de enero de 2010, la Redacción Judicial de El Espectador en su web, dejó leer el titular siguiente: “Así denominó el coronel Alfonso Plazas Vega el informe
“Operación Palacio de Justicia” Un documento inédito deja ver cuál era la versión que los militares querían difundir sobre los hechos del Holocausto.
En precisiones: “Un documento inédito hallado por la Fiscalía en la Escuela de Caballería, en el que se plantean nueve “recomendaciones estratégicas” para que la opinión pública vea con los ojos del Ejército cómo fue la retoma del Palacio de Justicia, el 6 y 7 de noviembre de 1985, vuelve a atizar el ya cenagoso expediente judicial que tiene procesados a los dos protagonistas del citado informe conocido por este diario. El 11 de noviembre de 1985, el entonces teniente coronel y comandante de la Escuela de Caballería, Luis Alfonso Plazas Vega, le envió al comandante de la XIII Brigada, general Jesús Armando Arias Cabrales, un reporte rotulado como Operación Palacio de Justicia.
Al contrastar el documento que Plazas le envió al general Arias Cabrales, en tiempos en que las cenizas del Holocausto no habían sido removidas del todo por las autoridades, con el informe final de la Comisión de la Verdad del Palacio de Justicia (CVPJ), divulgado el pasado 17 de diciembre, se observa que las conclusiones, 24 años después, son diametralmente opuestas y que, en el caso particular del teniente coronel Alfonso Plazas Vega, a través de su informe, pretendió direccionar las investigaciones y unificar versiones para proteger el estamento castrense y las acciones que derivaron en la sangrienta retoma.
Uno de los más particulares puntos de las “recomendaciones estratégicas” de Plazas Vega a su superior es que el responsable directo de la operación y quien dirigió a los mandos militares fue el entonces presidente de la República, Belisario Betancur Cuartas. En cambio, el reporte de la CVPJ fue contundente: no hubo jefe de Estado durante las 48 horas del Holocausto. “(Se) generó un vacío de poder, dado que el Presidente simplemente fue un espectador del desarrollo de los desastrosos acontecimientos”.
El propio Betancur reconoció que las Fuerzas Militares obraron de acuerdo con sus propios esquemas y obviaron las recomendaciones de que las vidas de los rehenes no sufrieran riesgo.
Pero quizá los dos puntos más polémicos de las recomendaciones de Plazas se circunscriben a la cantidad de armamento que llevaban los 35 guerrilleros del M-19 que asaltaron el Palacio y cómo se generó el incendio que lo destruyó. Sobre el primer asunto, Plazas Vega afirmó que, según las evidencias, cada subversivo tenía una dotación aproximada de 3.000 cartuchos, por lo que concluyó que hubo complicidad “dentro del Palacio”. En esa tesis, según han declarado varios testigos a la misma Fiscalía, se habrían apoyado los militares para retener a los empleados de la cafetería, aquellos que hasta hoy están desaparecidos. La Comisión de la Verdad descartó que esas siete personas tuvieran vínculo con los guerrilleros del M-19.
En relación con la conflagración, el comandante de la Escuela de Caballería señaló que debía direccionarse a la opinión pública que el incendio que destruyó el Palacio “fue el producto de la quema de los expedientes que cursaban en la Corte” por el delito de rebelión y otros conexos, además de narcotráfico y extradición, pero, “en ningún momento, por la acción de las municiones empleadas para repeler el ataque guerrillero”. Al respecto, la Comisión de la Verdad dedujo que no había sido posible “precisar judicialmente la responsabilidad” de los tres incendios que consumieron la sede máxima de la justicia, todos provocados por fuego no controlado.
Finalmente, Plazas Vega le reportó al general Jesús Armando Arias Cabrales que al término de la operación de la retoma, se sucedieron “variadas manifestaciones de afecto y apoyo a las Fuerzas Militares por el excelente desenlace final”. Y es curioso que termine sus “recomendaciones estratégicas” con esta sentencia, porque casi un cuarto de siglo después del peor atentado contra la institucionalidad del país, en el que perdieron la vida alrededor de un centenar de personas entre magistrados, trabajadores del Palacio, visitantes ocasionales, miembros de la Fuerza Pública y guerrilleros, a la luz del expediente, y con rasero reposado puede concluirse que nada de exitoso tuvo este episodio”.
http://www.elespectador.com/impreso/judicial/articuloimpreso180049-operacion-palacio-de-justicia
Los colombianos aún desconocemos cuántos militares y miembros de la inteligencia civil del Estado están implicados, investigados o capturados por los hechos del Palacio de Justicia; como tampoco la justicia ha esclarecido los responsables determinadores y gatilleros en los magnicidios de Galán, Antequera, Pizarro, Pardo Leal, Low Mutra, Góméz Hurtado y más de 3500 integrantes de la UP.
La web de HSB Noticias.com, radio, el viernes 13 de 2015, en su sección judicial publicó el jueves 22 de octubre de 2015: “Los 14 militares implicados por torturas en el Palacio de Justicia. La Fiscalía General de la Nación llamó a indagatoria a 14 militares, quienes están implicados en torturas a personas que salieron con vida del Palacio de Justicia: Los estudiantes de la Universidad Externado Yolanda Santodomingo y Eduardo Matson, y Orlando Quijano, para esa entonces funcionario de la Corte Suprema de Justicia, son algunos de las víctimas.
De los 14 solicitados, casi todos estaban investigados por las autoridades: un general tiene pendiente un fallo en segunda instancia por desapariciones; dos generales, órdenes de captura en su contra; un sargento está llamado a juicio por secuestro.
A penas se dio a conocer que la Fiscalía llamó a indagatoria a 14 militares, todos en retiro, porque serían los actores del delito de tortura que se habría cometido contra civiles, quienes del Palacio de Justicia fueron llevados al batallón Charry Solano y allí, torturados.
La investigación hace parte con la orden que le dio la Corte Interamericana de Derechos Humanos al Estado colombiano de investigar los casos de tortura no solo de Matson y de Santodomingo, sino también de un entonces funcionario de la Corte Suprema, Orlando Quijano, y de José Vicente Rubiano Galvis.
A este último, el 7 de noviembre de 1985, quien fue detenido en Zipaquirá por los militares, acusándolo de haberle entregado armas al M-19”.
http://hsbnoticias.com/noticias/judicial/video-los-14-militares-implicados-por-torturas-en-el-palacio-164859
Entonces, no es extraño que posiblemente la justicia se tarde otros años más y al final, aún calificados los hechos de Lesa Humanidad a la luz del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional… ¡Prescriban!
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